El humo de un incendio es una suspensión de pequeñas partículas de carbono, alquitrán y polvo flotando en una combinación de gases calientes. Las partículas proporcionan el medio para la condensación de algunos de los productos gaseosos de la combustión, especialmente aldehídos y ácidos orgánicos formados a partir del carbono. Algunas de las partículas suspendidas en el humo son sólo irritantes, pero otras pueden ser mortales. El tamaño de la partícula determina hasta que profundidad será inhalada dentro de los pulmones sin protección.
ATMÓSFERAS TÓXICAS ASOCIADAS AL FUEGO
El bombero debe recordar que un fuego significa exponerse a combinaciones de agentes irritantes y tóxicos cuya toxicidad no se puede predecir con exactitud. De hecho, la combinación puede tener un efecto sinérgico que provoque que el efecto combinado de dos sustancias o más sea más tóxico o irritante que el efecto total si cada una de éstas se inhalara de forma separada.
La inhalación de gases tóxicos puede tener numerosos efectos perjudiciales para el cuerpo humano Algunos de estos gases provocan directamente que el tejido pulmonar enferme y se deteriore su función. Otros gases no tienen ningún efecto directamente dañino para los pulmones, pero llegan hasta la sangre y otras partes del cuerpo y dañan la capacidad transportadora de oxígeno de los glóbulos rojos.
Los gases tóxicos específicos liberados en un incendio varían según cuatro factores:
- Naturaleza del combustible
- Tasa de calor
- Temperatura de los gases desprendidos
- Concentración de oxígeno
La tabla adjunta incluye algunos de los gases que se encuentran más habitualmente en los incendios. Las concentraciones de peligro inmediato para la vida y la salud (IDLH, en inglés) pertenecen a la obra Pocket Guide to Chemical Hazards (Guía de bolsillo sobre los peligros de los productos químicos) del National Institute for Occupational Safety and Health (NIOSH, Instituto nacional de la seguridad y salud laboral de EE.UU.). La definición actual del NIOSH para la condición de exposición IDLH es la que “supone una amenaza de exposición a contaminantes aéreos que podrían producir la muerte o efectos perjudiciales en la salud permanentes de forma inmediata o con el tiempo oevitar que se salga de un entorno así.” Estos valores se establecieron para asegurarse de que un trabajador pudiera salir de una exposición IDLH sin lesiones o efectos irreversibles para la salud en caso de que el equipo de protección respiratoria fallase.
Puesto que el mayor número de muertes durante un incendio se produce por causa del envenenamiento con monóxido de carbono (CO) y luego por otros productos de combustión tóxico.
Por regla general, aunque puede sufrir variaciones, cuanto más oscuro sea el humo, más altos serán los niveles de monóxido de carbono. El humo negro tiene un contenido elevado en partículas de carbono y monóxido de carbono por la combustión incompleta.
Fuente: Fundamentos de la Lucha Contra Incendios – Asociación Internacional de Formación de Bomberos