Diariamente nuestro cuerpo realiza un sinnúmero de procesos en los que se pierde agua, por lo que la piel tiende a resecarse, además disminuye la humedad de nuestro organismo, necesaria para funcionar bien.
El no beber la cantidad suficiente de agua provoca en nuestro organismo una serie de malestares, indicándonos con ello que el agua que les estamos suministrando no es suficiente. Estos son algunos síntomas provocados por pequeños estados de deshidratación: dolor de cabeza, fatiga, cambios de humor, calambres y dolores musculares entre otros.
Estos síntomas suelen presentarse en estados de deshidratación crónica, cuando la ingesta de agua es menor de 700 mililitros diarios (menos de 3 vasos de agua al día) por un tiempo prolongado: adormecimientos de las extremidades, alteraciones de la vista, dificultades para tragar, delirio, ataques cardiacos e incluso la muerte.
El agua compone cerca del 60 por ciento de nuestro cuerpo, posee propiedades físicas y químicas benéficas para el organismo y además es el medio ideal para el transporte de sustancias, es por ello indispensdable en los procesos de digestión, absorción, distribución de nutrientes, transporte y desecho de elementos tóxicos.
Bebiendo las cantidades recomendables de agua el hígado, los riñones, el sistema digestivo e inmunológico cumplen muy bien con sus funciones, se lubrican las articulaciones y mejoran la resistencia de los ligamentos.
El agua actua además como protector, ya que controla la temperatura, ayuda a mantener los niveles adecuados de acidez en el cuerpo y retarda los procesos de envejecimiento.
Un consumo equilibrado de este líquido ayuda también a mantener la belleza del cabello, las uñas y la piel, la cual perfectamente hidratada luce brillante, ya que se da una regeneración celular por medio de un soporte suficiente de minerales, nutrimientos y por supuesto de oxígeno.
El agua es un excelente colaborador cuando de perder peso se trata, ya que suprime el apetito y ayuda al cuerpo a metabolizar la grasa acumulada.
Estudios recientes llevados a cabo en la Universidad de Harvard han concluido que la ingesta de agua en cantidades apropiadas, reduce un 45%, el riesgo de colon y a la mitad las probabilidades de desarrollar cáncer de la vejiga; debido a que la deficiente hidratación concentra mayor cantidad de sustancias tóxicas y cáncerigenas en esos órganos.
Se habla también acerca de los estudios realizados en Inglaterra, los cuales concluyeron que el estar hidratado reduce en un 79% el riesgo de padecer cáncer de seno.
El tomar suficiente agua, reduce también el riesgo de problemas cardiacos: En la Universidad de Loma Linda en California se hizo un estudio involucrando a 20,000 personas sanas que tomaban 5 vasos diarios de agua y las cuales presentaron un menor índice de problemas cardiovasculares en comparación con los que solo tomaban 2 vasos diarios.
Investigadores de la Universidad de Búfalo en Nueva York, comprobaron por su parte que el ingerir el agua que nuestro cuerpo necesita, hidrata las mucosas que recubren la nariz, garganta bronquios y pulmones, disminuyendo las probabilidades de infecciones virales como la gripe común o la influenza, infecciones bacterianas y la posibilidad en los asmáticos, de sufrir un ataque agudo.
Se le ha atribuido también a la ingesta de una cantidad adecuada de agua, la disminución de la producción de cálculos o piedras en el riñón y la incidencia de las infecciones urinarias.
Finalmente se ha comprobado que si nuestro cuerpo esta lo suficientemente hidratado, aumenta las sustancias para el control de bacterias en la boca y que se encuentran en la saliva; evitando la gingivitis (inflamación de encías), caries y otras enfermedades de la boca.
Además de consumir los dos litros de agua diario, exiten otras maneras de hidratar a nuestro cuerpo. Un buen ejemplo es a través de las frutas, incluyendo y aumentando el consumo diario de sandías, naranjas, uvas, peras y duraznos. Asi que cómalas solas, en postres o como el ingrediente principal de una refrescante bebida.
Tomar agua al levantarse, durante el transcurso del día y cada vez que se tenga sed, permitirá que todo su cuerpo funcione armónicamente, luciendo sano y brillante.
Entonces podríamos enlistar los beneficios de beber agua de la siguiente manera:
- Pierdes peso, si lo necesitas: el agua es una herramienta fundamental para perder peso, sobre todo porque sustituye al alcohol, refrescos y zumos envasados, que contienen mucho azúcar y calorías. Además, quita o reduce el hambre, ya que muchas veces crees que tienes hambre y en realidad, es que tienes sed. El agua no tiene grasas, ni calorías, ni carbohidratos, ni azúcar. Si bebes con regularidad estás favoreciendo tu dieta para perder peso.
- Aumenta tu energía: si no bebes suficiente agua, estás deshidratado y la deshidratación te quita energía y provoca que te sientas cansado. Recuerda, que si estás sediento, ya estás deshidratado y esto significa que te sentirás agotado, débil, mareado y con algún otro síntoma de falta de hidratación. Sobre todo si estás en el trabajo, no olvides ir bebiendo.
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Salud para tu corazón: si bebes agua regularmente y en cantidad suficiente estás reduciendo el riesgo de sufrir un ataque al corazón. Para las personas que tengan problemas de este tipo, el beber agua será un método de prevención fácil y accesible.
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Olvídate de los dolores de cabeza: otro síntoma de deshidratación son los dolores de cabeza. Muchas veces, cuando te duele la cabeza es probable que sea porque no has bebido suficiente agua, aunque por supuesto, hay muchas otras causas para el dolor de cabeza. Siempre consulta con tu médico.
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Mejora tu forma física: la deshidratación puede reducir tu capacidad para hacer ejercicio. Bebe agua, antes, durante y después del ejercicio y mejorará tu actividad deportiva. Si tienes un trabajo de oficina, no te preocupes, Agua Eden te ofrece el servicio de agua de primera calidad en tu oficina.
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Mejora tu digestión y el estreñimiento: tu sistema digestivo necesita una buena cantidad de agua para hacer la digestión de forma adecuada. Con frecuencia, beber agua soluciona los problemas de acidez estomacal y el agua junto con la fibra puede curar el estreñimiento, que con frecuencia, también es consecuencia de la deshidratación. En profesiones sedentarias, éste es un punto a tener en cuenta.
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Reduce el riesgo de cáncer: se ha detectado, que en relación al sistema digestivo, beber la cantidad de agua adecuada puede reducir el riesgo de cáncer de colon en un 45%, el de vejiga en un 50% y posiblemente también el de pecho.
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Te proporciona una piel sana y joven: en tan sólo una semana notarás que tu piel está más radiante y tersa. ¡Sigue bebiendo!
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Limpia tu organismo: el agua elimina las toxinas y los productos de deshecho de tu organismo.